Test SIBO: cuándo hacerlo y qué resultados esperar
El SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) es una de las causas más frecuentes de hinchazón abdominal, gases y digestiones pesadas. Sin embargo, sus síntomas son muy similares a los del síndrome del intestino irritable, intolerancias alimentarias o disbiosis intestinal, lo que hace que sea fácil confundirlos.
Por eso, la mejor manera de saber si realmente tienes SIBO es mediante una prueba diagnóstica: el test de aliento para SIBO.
En este artículo descubrirás en qué consiste, cuándo deberías hacerlo, cómo se interpretan los resultados y qué esperar después de la prueba.
¿Qué es el test SIBO?
El test de aliento para SIBO mide los gases que producen las bacterias del intestino delgado tras ingerir un sustrato (habitualmente lactulosa o glucosa).
Si existe sobrecrecimiento bacteriano, estas bacterias fermentan los azúcares antes de tiempo, liberando gases como hidrógeno, metano o sulfuro de hidrógeno, que después se detectan en el aliento del paciente.
En función del gas predominante, se habla de:
SIBO de hidrógeno (más asociado a diarrea).
SIBO de metano (frecuente en estreñimiento crónico, también llamado IMO — Intestinal Methanogen Overgrowth).
SIBO de sulfuro de hidrógeno, menos frecuente y todavía medido solo en algunos laboratorios más especializados.
¿Cuándo hacer el test SIBO?
No todas las personas con problemas digestivos necesitan esta prueba. Se recomienda principalmente cuando hay:
Hinchazón abdominal persistente tras las comidas.
Exceso de gases y eructos frecuentes.
Diarrea crónica, estreñimiento severo o alternancia de ambos.
Fracaso en dietas para intestino irritable (como la dieta baja en FODMAP).
Antecedentes médicos de cirugía abdominal, uso prolongado de antibióticos o inhibidores de la bomba de protones (IBP).
Deficiencias nutricionales inexplicables, como déficit de hierro o vitamina B12.
En casos de síntomas inespecíficos (dolor abdominal, cansancio, molestias digestivas ocasionales) puede no ser necesario el test y se debe valorar con un profesional.
Una dieta personalizada te ofrece múltiples beneficios, entre los cuales destacan:
Reducción de síntomas: Al evitar los alimentos que te causan intolerancia, reducirás los síntomas como la hinchazón, el dolor y la fatiga.
Mejora de la salud digestiva: Mantener un equilibrio nutricional adecuado contribuye a una mejor función digestiva.
Mayor energía: Comer los alimentos adecuados para tu cuerpo puede aumentar tus niveles de energía y mejorar tu estado de ánimo.
Cómo se realiza el test de aliento
Preparación previa
Dieta baja en fibra y carbohidratos fermentables el día anterior.
Ayuno de al menos 8-12 horas antes de la prueba.
Evitar tabaco, alcohol y ejercicio intenso en las 24 horas previas.
Durante la prueba
El paciente sopla en un tubo para medir una muestra basal de aliento.
Luego ingiere una solución con lactulosa o glucosa.
Cada 15-20 minutos se recogen nuevas muestras de aliento durante 2-3 horas.
Resultados
Se analizan los niveles de gases y su curva de producción.
Un aumento temprano de hidrógeno o metano indica la presencia de SIBO.
Interpretación de los resultados
Es importante remarcar que el test no es infalible:
Puede dar falsos negativos (cuando hay SIBO de sulfuro de hidrógeno, que aún no se mide en todos los laboratorios).
Puede dar falsos positivos (sobre todo con lactulosa, si hay tránsito intestinal acelerado o no se ha hecho una correcta preparación previa).
Por eso, el resultado debe interpretarse siempre en el contexto clínico, teniendo en cuenta síntomas, historia médica y otras pruebas complementarias.
Qué hacer después del test
Si el resultado confirma la presencia de SIBO:
El profesional decidirá el tratamiento más adecuado (antibióticos específicos, fitoterapia, dieta adaptada).
Se diseñará un plan integrativo para restaurar la motilidad intestinal, mejorar la mucosa digestiva y reequilibrar la microbiota.
Si el resultado es negativo pero los síntomas persisten:
Es posible que se trate de otro trastorno digestivo, como intolerancia alimentaria, helicobacter pylori o celiaquía. En ese caso, conviene seguir investigando con un especialista.
Se puede valorar repetir la prueba para descartar un falso negativo.
Conclusiones
El test SIBO es una herramienta útil y, en muchos casos, necesaria para diferenciar el SIBO de otros problemas digestivos. Sin embargo, no debe verse como un diagnóstico aislado: es fundamental interpretarlo junto con la historia clínica y los síntomas del paciente.
En Intestia creemos que cada persona merece un abordaje integrativo y personalizado, donde el diagnóstico es solo el primer paso para recuperar la salud digestiva de forma duradera.

